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El sistema Leitner

Una técnica sencilla para aprender mejor y recordar más tiempo


Uno de los grandes retos de la educación actual es lograr que el alumnado no solo estudie, sino que aprenda de verdad. A menudo se confunde “saber algo hoy” con “haberlo aprendido”, pero todos sabemos que gran parte de lo memorizado se olvida si no se repasa adecuadamente.

La investigación en ciencia cognitiva ha demostrado que dos estrategias son especialmente eficaces para consolidar el conocimiento:

  • La práctica de la evocación, es decir, obligar a la memoria a recuperar la información sin mirar los apuntes.
  • El repaso espaciado, que consiste en revisar los contenidos cada cierto tiempo, en intervalos cada vez más largos.

El sistema Leitner combina ambas técnicas de manera brillante. Se trata de un método simple, visual y flexible, que permite organizar los repasos de forma estratégica y adaptada al ritmo de cada estudiante.

1. En qué consiste el sistema Leitner

Este sistema fue ideado por el periodista alemán Sebastian Leitner en la década de 1970, y sigue siendo una de las formas más eficaces de estudiar con tarjetas de memoria o flashcards.

El método se basa en una idea sencilla: no todas las tarjetas deben repasarse con la misma frecuencia. Aquellas que el alumno domina se revisan con menos frecuencia, y las que le cuestan más se repiten más a menudo.

Para aplicarlo, solo se necesitan:

  • Tarjetas o fichas de cartulina.
  • De tres a cinco cajas o sobres (también se pueden usar espacios virtuales en apps como Anki o Quizlet).

Cómo se organiza:

  1. En una cara de cada tarjeta se escribe una pregunta, un término o un concepto.
  2. En la otra cara, la respuesta, definición o explicación.
  3. Todas las tarjetas comienzan en la primera caja.

Reglas del juego:

  • Si el alumno acierta, la tarjeta avanza a la siguiente caja.
  • Si falla, la tarjeta vuelve a la primera caja, aunque estuviera muy avanzada.

Cada caja tiene un ritmo de repaso distinto. Por ejemplo:

  • Caja 1 → todos los días.
  • Caja 2 → cada tres días.
  • Caja 3 → una vez por semana.
  • Caja 4 → cada dos semanas.

De este modo, el sistema se adapta al nivel de dominio del estudiante, reforzando lo que aún no ha consolidado y espaciando los repasos de lo que ya domina.

2. Por qué funciona tan bien

El sistema Leitner se apoya en varios principios cognitivos que favorecen la memoria a largo plazo:

  • Repetición espaciada: combate el olvido natural distribuyendo el repaso en el tiempo.
  • Recuperación activa: obliga al cerebro a recordar, fortaleciendo las conexiones neuronales.
  • Error productivo: fallar forma parte del aprendizaje; el error indica dónde reforzar el estudio.
  • Feedback inmediato: el alumno sabe al momento si su respuesta es correcta y puede reajustar su estrategia.
  • Metacognición: al observar su propio progreso, el estudiante toma conciencia de cómo aprende y en qué necesita mejorar.

El resultado es un proceso de estudio mucho más eficiente: se dedica más tiempo a lo que cuesta y menos a lo que ya se domina.

3. Aplicación práctica en el aula

El sistema Leitner puede adaptarse fácilmente a cualquier área o nivel educativo. Un ejemplo especialmente útil es su uso en Lengua Castellana para trabajar la ortografía o el vocabulario.

Ejemplo: repasar palabras homófonas

  • Anverso de la tarjeta: “El tu__o de la cañería está roto.”
  • Reverso: “Tubo (sustantivo). ‘Tuvo’ es del verbo tener.”

El alumnado puede usar las cajas para organizar sus repasos:

  • Caja 1 → frases nuevas o en las que suelen equivocarse.
  • Caja 2 → palabras que ya dominan parcialmente.
  • Caja 3 → palabras que escriben correctamente de forma habitual.

Con este sistema, no solo memorizan la palabra correcta, sino que comprenden la regla ortográfica, lo que facilita su aplicación a otros contextos.

También puede emplearse en otras áreas:

  • Ciencias Naturales: definir conceptos como “ecosistema”, “célula”, “materia”.
  • Inglés: practicar vocabulario o estructuras gramaticales.
  • Matemáticas: recordar fórmulas, propiedades o pasos de un procedimiento.

4. Beneficios educativos

El sistema Leitner no requiere tecnología ni recursos costosos, pero ofrece grandes beneficios:

  • Fomenta la autonomía y la autorregulación del aprendizaje.
  • Mejora la retención a largo plazo de los contenidos.
  • Desarrolla la metacognición (pensar sobre cómo se aprende).
  • Favorece la motivación, al visualizar el progreso y “avanzar” las tarjetas como si fueran logros.
  • Permite diferenciar el aprendizaje, ya que cada alumno puede avanzar a su ritmo.


En conclusión, el sistema Leitner es una herramienta pedagógica sencilla, accesible y basada en la evidencia científica. Su eficacia radica en su capacidad para unir práctica espaciada, recuerdo activo y reflexión metacognitiva, tres pilares fundamentales de un aprendizaje duradero.

Implementarlo en el aula no requiere grandes cambios: basta con un poco de organización y constancia. A cambio, los resultados son visibles tanto en la retención del conocimiento como en la confianza del alumnado.

En definitiva, el sistema Leitner transforma el estudio en un proceso más inteligente, consciente y eficaz. Una pequeña estructura con un gran poder educativo.

Bibliografía

  • Leitner (1972) es la obra original que describe el método y su aplicación con tarjetas de repaso.
  • Cepeda et al. (2006) y Dunlosky et al. (2013) son revisiones científicas muy citadas sobre práctica espaciada y evocación activa, pilares del método Leitner.
  • Roediger & Butler (2011) explican cómo el “recuerdo activo” mejora la retención, base teórica del sistema.
  • Kornell & Bjork (2008) profundizan en la idea de que espaciar el aprendizaje, aunque resulte más difícil al principio, favorece una comprensión más profunda.
  • Weinstein et al. (2018) adaptan estos hallazgos al contexto educativo y docente.
  • Benson (2020) es un artículo divulgativo ampliamente citado que explica de forma accesible el sistema Leitner y su relación con la neurociencia del aprendizaje.

edukaitech, Alejandro García 18 de octubre de 2025
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