¿Por qué los ejercicios orofaciales no verbales no son efectivos en la intervención del habla?
En el ámbito de la logopedia, los ejercicios orofaciales no verbales, también conocidos como praxias, han sido ampliamente utilizados en terapias de intervención del habla. Sin embargo, la evidencia científica actual pone en tela de juicio su efectividad para mejorar las habilidades fonéticas y fonológicas. Aunque estas prácticas han sido comunes durante décadas, es crucial analizar por qué no son válidas para abordar alteraciones en la producción del habla.
En esta entrada, exploraremos las principales razones por las que las praxias y los ejercicios de soplo no son efectivos para el desarrollo del habla y qué alternativas podemos considerar para una intervención más efectiva.
1. Falta de retroalimentación fonética y fonológica
Para aprender a hablar, necesitamos trabajar directamente con sonidos y palabras. Las praxias se centran en movimientos aislados de la musculatura orofacial, como sacar la lengua o inflar las mejillas, pero no incluyen la retroalimentación auditiva ni articulatoria que es esencial para el aprendizaje del habla. Esto las desconecta de la realidad funcional del lenguaje.
2. Centros neurológicos distintos
El cerebro humano utiliza diferentes áreas para gestionar los movimientos orofaciales no verbales y la producción del habla. Al realizar praxias, se activan zonas del cerebro que no están directamente relacionadas con el lenguaje hablado. Por tanto, practicar movimientos como fruncir los labios o mover la lengua en círculos no contribuye al desarrollo neurológico necesario para producir sonidos del habla.
3. Diferencias en la actividad muscular
La musculatura implicada en las praxias y en la producción del habla funciona de manera distinta. Aunque pueda parecer que el habla requiere una gran fuerza muscular, en realidad solo utiliza entre el 10% y el 25% de la fuerza orofacial total. Las praxias, al enfocarse en fortalecer los músculos, no reflejan las demandas reales de la producción del habla, que dependen más de la precisión y coordinación que de la fuerza.
4. Desconexión con el sistema respiratorio
El habla está íntimamente vinculada al control respiratorio. Los sonidos se producen gracias al flujo de aire que expulsamos, y su regulación es una parte fundamental del proceso. Sin embargo, las praxias no incorporan este componente, lo que las hace ineficaces para entrenar las habilidades necesarias para hablar correctamente.
5. Ineficacia en la corrección de alteraciones fonéticas
Cuando se trabaja con dificultades del habla, es esencial centrarse en actividades que impliquen sonidos y palabras reales. Las praxias y los ejercicios de soplo no abordan directamente las habilidades fonéticas o fonológicas, lo que limita su capacidad para mejorar la producción del habla. Para corregir una alteración fonética, es necesario trabajar de manera específica con los sonidos que presentan dificultades y en contextos comunicativos significativos.
6. Complejidad de la coordinación anatómica
La producción del habla es un proceso complejo que requiere la coordinación precisa de múltiples estructuras anatómicas: lengua, labios, paladar, cuerdas vocales, entre otros. Las praxias, al centrarse en movimientos aislados, no entrenan esta coordinación, lo que limita su efectividad para desarrollar habilidades de habla funcionales.
¿Qué estrategias son más efectivas?
En lugar de recurrir a las praxias, es fundamental implementar actividades que trabajen directamente con los sonidos, palabras y frases. Estas actividades permiten integrar el sistema fonético y fonológico, además de proporcionar la retroalimentación auditiva necesaria para que el aprendizaje del habla sea efectivo.
Algunas estrategias recomendadas incluyen:
- Modelado fonético directo: Ayudar al niño a producir sonidos específicos a través de ejercicios guiados.
- Prácticas funcionales: Trabajar palabras en contextos significativos y actividades lúdicas que motiven la interacción verbal.
- Repetición y variación fonológica: Diseñar actividades que fomenten la práctica intensiva de sonidos en diversos contextos lingüísticos.
Reflexión sobre la intervención del habla
El debate sobre las praxias nos lleva a reflexionar sobre la importancia de basar nuestras intervenciones en la evidencia científica y en prácticas que reflejen la complejidad real del habla. En lugar de movimientos no verbales aislados, necesitamos herramientas que aborden directamente las necesidades de cada individuo y que tengan un impacto real en su comunicación.
Fuentes recomendadas
Si deseas profundizar más en este tema, te recomendamos explorar los trabajos de expertos como Franklin Susanibar, quien ofrece valiosos recursos y conferencias disponibles en su página web y en YouTube. Además, los estudios y publicaciones de Gerardo Aguado son imprescindibles para quienes buscan una comprensión profunda y actualizada de las estrategias de intervención en el habla.
Conclusión
Aunque las praxias y los ejercicios de soplo han sido ampliamente utilizados en el pasado, es esencial replantearnos su lugar en la terapia del habla. La evidencia científica actual nos invita a optar por enfoques más efectivos y directamente relacionados con la producción del lenguaje. Porque, al final, nuestra meta no es solo entrenar movimientos, sino potenciar la capacidad de comunicarse, expresar y conectar con los demás.
Si te interesa saber más sobre temas como este, te invitamos a seguir explorando nuestro blog. Y en caso de que te preguntes si la masticación tiene algún papel en el desarrollo del habla... ¡estate atento a nuestra próxima entrada!
Praxias si o praxias no